El otro papel de regalo

En estas fiestas me pasó algo sorprendente: Mi regalo favorito fue un papel de regalo. Claro, no fue cualquiera sino uno hecho por mi hija usando papel bond como base, papas embadurnadas en pintura como sellos, diseños a mano con un fino lapicero y nuestra palabra favorita EVERYTHING escrita repetidamente en todo el papel. Contemplar tanto amor me hizo pensar en la poca relevancia que le damos muchas veces a los empaques.

Porque así como en el caso de las personas no sólo es importante lo de adentro (o me vas a decir que no valoras que él o ella se hagan una manita de gato) en el mundo de los productos, el empaquetado es clave. Una de las marcas que más me gusta es CRUNCH IT, un emprendimiento que nació entendiendo que en el mundo de las frutas secas y cereales había todo por hacer.

Su labor no es solo escoger los mejores frutos sino también preparar mézalas increíbles con sazonados naturales deliciosos. Lo que más me gusta de su empaque es que es simple, directo y evoca en una naturaleza sin tener que dibujar una sola hoja o un animalito. Me gusta también que hayan entendido que la transparencia no tiene que ser literal y necesariamente hacer un empaque todo transparente sino cómo la presencia de los ingredientes es clara sin letras chiquitas.

Pero sobretodo me gusta que hayan entendido a ese nuevo consumidor que quiere informarse, cuidarse y que le hagan la vida más fácil.

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