And Just Like That o para decirlo en español Y fue así como me pasé las ultimas semanas mirando de nuevo todos los episodios de sex and the city remasterizados desde su primera temporada. Supongo que el estreno de su secuela And Just Like That, protagonizada por tres de las cuatro amigas inseparables y ya en sus 50s, no sólo me dejó con ganas de recordar la serie incial, sino de recordarme a mi en mis 20s, viendo desde mi pantalla todo lo que enfrentaban estar treintañeras inseparables en cuestión de amor, carreras y sobre todo sexo.
Tengo que confesar que a pesar de estar por cumplir 45 años no sentí un ápice de nostalgia de esas épocas. Supongo que porque como la misma Carrie dice los 20s son para equivocarte, los 30s para aprender y los 40s para pagar los tragos. Tratando de traducir sus palabras, si realmente aprendiste en tus 30s y no te quedaste tropezando con la misma piedra, los 40s deberían de ser esta etapa donde tu relación contigo misma debería de estar en su total apogeo, sin dependencias emocionales o de ningún tipo.
Mi viaje ha sido intenso pero puedo decir con orgullo que estoy en esa etapa. No canto victoria ojo, pero digamos que a estar alturas de mi vida ya sabes que hasta la más profunda herida sentimental se cura, siempre y cuando la trates y no la tapes con curitas de mala calidad. Ver las relaciones fallidas, la constante búsqueda del amor perfecto, la soledad, sentada en mi sillón pero sobre todo, sentada sobre mi estabilidad emocional, fue como escuchar de esas canciones que tenías que pasar en la radio para no ponerte triste pero que luego de un tiempo hasta eres capaz de cantarlas a voz en cuello orgullosa de tu progreso.
Pero la secuela de la serie tiene otro efecto en mi y la resumiría en 2 palabras Curiosidad y esperanza.
No son muchas las series que exploran la sexualidad de las mujeres a sus 50s, probablemente Hollywood determinó que es poco sexy. Me gusta ver y sin exceso de botox (salvo una de las actrices) lo que pasa después de los 40s. Me gusta ver a mujeres vigentes, valientes y sin ninguna intención de tener matrimonios muertos en vida. Me gusta que me recuerden que en los 50s también puedes replantearte todo y no asumir que te toca vivir los descuentos. Me gusta y sobre todo me ilusiona que a los 50s en términos de sexo, amor, retos profesionales hay película para rato.